JOAQUÍN AGUIRRE BELLVER (Madrid 1929-Orihuela 2005) es autor de una novela corta dividida en dos partes, El bordón y la estrella. De Roncesvalles a Nájera (Primera parte). y El Camino de Santiago. El bordón y la estrella (Segunda parte). Licenciado en Filología Románica y Periodismo, se dedicó a la doble faceta de periodista en los diarios Pueblo y Alcázar y, simultáneamente, a la de escritor de relatos infantiles y juveniles. Probó también el género del ensayo dentro de una línea tradicionalista, lo que le postergó a líneas de retaguardia en el campo de las letras. Fue autor de El juglar del Cid, Premio Lazarillo en 1961.
El relato lo escribe en 1962 y obtiene el Premio de Literatura Infantil en ese mismo año. Asimismo se adapta al cine en 1966 con un éxito mediano. En realidad el autor halla en el contexto del camino de Santiago el caldo de cultivo propicio para encajar la trama y protagonistas de su invención, así como los valores que desea trasmitir, pues en su caso el espacio y tiempo son proyección de la intención comunicativa, a saber, dos peregrinos malhadados en agonía o lucha contra un entorno desapacible, malévolo e injusto. La acción comienza en Roncesvalles. Allí un escultor, Geraud de Saint Gilles, inicia el camino como penitente por haber sido acusado de asesinato, pero cuenta con la compañía de Mateo, un mozo huérfano que decide abandonar el campo por el camino para probar las aventuras que pudieran acaecerle. Tras sucesivos infortunios, andanzas desgraciadas y malas artes de pícaros y otras gentes bravuconas, el vejado escultor obtiene las indulgencias de Dios por un crimen que no había cometido y un rayo rompe las cadenas de sus manos con las que caminaba como si de un milagro, entre muchos del camino, se tratara. La primera parte apenas contiene detalles o datos del Camino que enseñen al lector lo que esta ruta esconde, pero sí se muestran en la segunda parte que resulta más ambiciosa en este sentido didáctico. No obstante, deben tenerse en cuenta sus propias palabras que disculpan posibles errores en la reconstrucción de los hechos y lugares porque, no se olvide, que lo consustancial no es el retrato de la realidad, sino el mundo de ficción creado: ni que decir tiene que historia y geografía han sido maltratados.
HENRI VINCENOT fue un escritor de la región francesa de la Borgoña, nacido en 1912 en Dijon y fallecido en 1985 en la misma ciudad. Trabajó además como pintor y escultor. Educado en la sencillez de una vida en el campo con sus dos abuelas, transmitió en sus obras el interés por lo local y la vida campesina. Fue un incansable defensor de los valores de la aldea frente a la vertiginosidad materialista de las ciudades. Por razones de enfermedad se trasladó a Bretaña y allí se vinculó al celtismo y las prácticas más secretas de este grupo étnico, lo que le preparó para la redacción de su novela Las estrellas de Compostela.
El protagonista de la novela, Juan el Trueno, es un rozador del siglo XIII, cuya labor es talar los bosques para transformar las tierras en cultivos. Insatisfecho, decide abandonar aquel oficio y adentrarse en el de tallador de piedras. De esta manera recorre el camino de Santiago entre penalidades y sufrimientos, aunque ésta es la excusa para que el escritor pueda mostrar la influencia que tienen los celtas en el arte románico y en el arte gótico, que se prolonga a lo largo de todo el camino. Descubre además las técnicas maravillosas de los constructores de las catedrales, aportando una información valiosísima sobre este tema. Obra, pues, narrativa que expone las relaciones entre el más puro celtismo y la cultura cristiana a través de sus obras arquitectónicas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.