Nace JOSÉ LUIS CORRAL LAFUENTE en Daroca, provincia de Zaragoza, en 1957, una de las villas que mejor conserva en Aragón el recinto amurallado de época medieval. Tras licenciarse en Filosofía y Letras, se doctora en Historia Medieval, convirtiéndose en poco tiempo en Catedrático de esta disciplina en la Universidad de Zaragoza. Atraído por la investigación multidisciplinar, acepta la dirección técnica y el guión del documental Historia de Aragón, distribuido en varios videos, obteniendo por este trabajo la medalla de Plata en el XXXIV Festival Internacional de Video y Televisión de Nueva York en 1992. Ha sido también asesor histórico de la película 1492.La conquista del Paraíso, dirigida por el cineasta Ridley Scott. Como persona que gusta del cultivo de lo literario funda la Asociación Aragonesa de Escritores, de la que es Presidente, y escribe varias novelas históricas, de inopinado éxito editorial. El Códice del peregrino, 2012, es la muestra del interés que a Corral le merece el tema de Santiago y las peregrinaciones.
La trama es muy sencilla: dos reputados traficantes internacionales de arte, que viven cómodamente en Suiza, reciben la llamada inesperada de un rico francés para recibir el encargo de robar el Códice Calixtino, depositado en la catedral de Santiago de Compostela. El robo es ejecutado sin fisuras. La intención es la de acaparar este importante manuscrito medieval del siglo XII y separarlo de la exposición pública porque contiene un evangelio desconocido que cuestiona la dogmática y la doctrina tradicional de la Iglesia Católica. Concretamente, los contenidos que acoge este perdido manuscrito hacen referencia a la genealogía de Jesucristo, su parentesco, al viaje supuesto del Apóstol desde el lugar de martirio a las tierras gallegas y a las reliquias que se dicen depositadas en el sepulcro del Apóstol Santiago en contraste con quienes defienden la teoría priscilianista. Naturalmente, la larga sombra que alienta el robo es la facción más dura e intransigente de la iglesia, que no duda en defender acremente el corpus de ideas y normas clásicas para que todo siga siendo igual. Dicho así, debe señalarse que el autor parte de una realidad tan inmediata como alarmante, la del robo del Códice Calixtino en el año 2011, pero el desarrollo de la acción de la novela es pura invención del autor, pues el Códice no guarda ningún libro secreto que pudiera hacer temblar los rígidos cimientos de la Iglesia. Como nota curiosa debe destacarse la puesta en escena de dos acontecimientos reales, las manifestaciones del 15M y las muertes de un grupo de personas en la isla de Utoya, proximidades de Oslo, llevadas a cabo por un demente.
Los protagonistas principales son planos aunque acertdamente perfilados, no hay una evolución personal de los mismos en el desenvolvimiento de la acción, pues lo importante es el ámbito de las ideas e informaciones que se pretenden tratar así como el hilo de las investigaciones para descubrir los responsables del robo. Diego no duda en aceptar la manda del riquísimo Jacques Roman, domiciliado en París, ante el suculento precio que se le promete, un millón de euros. Sin embargo, Patricia acepta el reto por amor a su novio. Jacques Roman representa el lado oscuro de la iglesia y sus intenciones más aviesas. Además, intervienen tres protagonistas-comparsas con papeles muy marcados, el peregrino, que es un trabajador del archivo de la catedral, cómplice necesario del robo, el inspector de policía gallego y la especialista de patrimonio.
El estilo es fluido, ágil y ameno, que no llega a cansar al lector de esta clase de novelas y apto para todos los públicos, incluso el más joven. El autor, aprovechando el talento de historiador, bebe para la confección del relato en diversas crónicas medievales, los evangelios del Nuevo Testamento y los Apócrifos y en textos gnósticos del Cristianismo. El resultado es el de una novela de rigurosos fundamentos históricos pero con los contenidos propios de ficción que constituyen su principal seña de identidad.
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