PAULO COELHO nació en 1947 en Río de Janeiro, Brasil. Novelista, dramaturgo, periodista, trabajó en todos los campos de la escritura. Es un claro ejemplo de éxito editorial y de fenómeno de masas pues lleva más de cincuenta y cuatro millones de libros vendidos, y traducido a cincuenta y seis idiomas. Sin embargo, la crítica literaria no es unánime en la valoración del estilo y del fondo de su obra. Alabado por muchos, es tildado de escritor fácil por algunos-escribe sin perfilar adecuadamente el texto-, o atacado por la debilidad de sus argumentos y por la exageración de las ideas, lo que le convierte en un escritor, al menos, discutido.
Su vida está jalonada por sucesos de toda clase. Participó en América y Europa del movimiento hippie en los años sesenta, y en 1974 fue encarcelado por el Estado de Brasil acusado de subversión. En 1986 la peregrinación que hizo a Santiago de Compostela cambió su vida, como él mismo ha reconocido, a partir de cuya experiencia iniciática escribe en 1987 la novela El peregrino a Compostela. Diario de un mago. Desde entonces la vinculación del escritor con Santiago ha sido muy estrecha pues ha recibido diferentes honores políticos y sociales, hasta incluso se ha colocado en una de las calles una cartela que lleva su nombre, Rúa Paulo Coelho. Obtuvo honores y premios de toda clase, de entre los que él valora sobre todo el nombramiento de caballero de la Hermandad RAM en 1981, orden católica, la participación como consejero de la UNESCO para acciones de interculturalidad, y el ingreso en la Academia Brasileña de las Letras en el año 2002. Actualmente, atiende compromisos con medios de comunicación y foros de todo el mundo.
Se trata de una novela corta en la que el narrador-protagonista, el propio Coelho, se hace peregrino para recuperar la espada que un Maestre le negó en el solemne acto de su incorporación a la Orden de RAM, sección de la rama de la religión católica, por haber cometido un error. Es su mujer la destinataria de la hoja y encargada de su conducción a un lugar del Extraño Camino de Santiago, según el lenguaje esotérico del autor, a fin de que el novicio la reencuentre. Tal es la sencilla trama que sirve como excusa para el relato de un viaje a través del milenario camino. El otro protagonista necesario es Petrus, guía y confidente, que lo acompaña en la aventura. Inicia el trayecto en San Juan Pied-de-Port y culmina el encuentro en Piedrafita de Cebrero, lugar en que el antiguo Maestre le entrega la deseada espada que lo convierte a su vez en un nuevo Prior de la Orden. El autobús lo lleva desde esta localidad lucense a Santiago de Compostela, donde acaba el relato. Entre el lugar de origen y destino la cuestión más relevante es el diálogo que se establece entre los dos protagonistas y que permite al narrador explorar el mundo esotérico y religioso que tanto le importa.
El espacio-la toponimia del camino-y el tiempo interno-la España de los años ochenta- son el fondo acompañante y colateral del discurso metafísico del narrador.Los personajes son cerrados a pesar de la presumible naturaleza del camino que invita a la trasformación continua de las personas. Acerca de los lugares por los que pasan casi nada sabemos de su aspecto pues la descripción es parca o inexistente. Varios topónimos se cruzan en la novela: Roncesvalles, Alto del Perdón, Puente la Reina, Estella-el narrador recuerda las palabras que Aymeric Picó escribió sobre la villa, un lugar fértil,- Logroño, donde se recrea una boda y se pone en boca de un lugareño que en la época de Franco se vivía mejor, Azofra, Santo Domingo de la Calzada, Ponferrada, Villafranca del Bierzo y El Cebrero. Por error se introduce el pueblo de Triacastela como anterior a El Cebrero. Acaso sea una vulgarización en el discurso del relato el pasaje acaecido en Logroño en el que el narrador reconoce entre la multitud a Manolo, el del bombo, jefe de la afición española en el mundial del fútbol de México.
No dejan de sorprender algunas historias y leyendas que entreveran el relato, tales como el apuñalamiento de Felicia de Aquitania por su hermano, los retos de Suero de Quiñones en el puente llamado Paso Honroso, la historia de la Orden del Temple o el milagro eucarístico de Santa María la Real en El Cebrero. En el conjunto de la obra aportan una frescura que compensan otros párrafos más densos u opacos.
Novela sui géneris que, como casi todas las de Paulo Coelho, crecen entre la polémica, la disensión y el desacuerdo. No obstante, los hechos son contundentes y convierten a Coelho en el gran triunfador de los últimos cincuenta años de la Literatura Universal.
holaaaaa Fanjul, soy una alumna de tu clase ,,,
¿Y qué tienes que decirme?