Se cuenta que S. Francisco de Asís (1181-1226) fue peregrino y visitó la tumba del Apóstol en el año 1214, pero esta circunstancia no queda suficientemente acreditada. Su cuidado por la conversión de los musulmanes, que lo lleva a Oriente, no lo sitúa obligatoriamente en el Camino de Santiago para provocar mediante la plática y el ejemplo la conversión a la fe cristiana de los renegados. En principio ninguna de las biografías consultadas recogen este episodio. Los datos, por otro lado, que argumentan la teoría de su peregrinaje son meramente indiciarios: la amistad con la abadesa del monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas ( La Rioja) no guarda relación con su presencia en este lugar porque a la sazón era normal cultivar las amistades por medio epistolar; el segundo indicio es la aparición de Francisco esculpido en el tímpano de la puerta de la Coronería de la Catedral de Burgos, que en esta ocasión guarda fila para presentar la Regla de la Orden a Fernando III El Santo. Tal representación en piedra no equivale por necesidad a una fotografía periodística de la época que avala el hecho de su paso por la ciudad burgalesa pues puede ser que el escultor haya decidido incluirlo en la portada por su buena fama y ejemplaridad cristiana; y el tercer indicio es que parece que fue huésped en Santiago de Compostela de un rico comerciante conocido como Cotolay, de lo que no hay testimonio escrito a pesar de la simpatía y generosidad del burgués por la orden franciscana. Otras razones se aducen sin estar convincentemente probadas. No obstante y pese a lo dicho, Francisco emprende en el año 2o13 un viaje con destino a Marruecos, pero graves dolencias le impidieron alcanzar la meta. Se supone que pasó por Francia y España, y es posible que, siguiendo el camino francés, se acercase a la ciudad de Santiago. Por eso la S.A. de Xestión do Plan Xacobeo en colaboración con el Ayuntamiento de Asís y los frailes franciscanos organiza en este año 2014, con motivo del VIII Centenario de su Peregrinación, una Exposición en la ciudad de Asís sobre este tema.
El mallorquín Ramón Llul (1232-1316) peregrinó en el año 1262. Vacilaba el célebre escritor qué hacer con su vida, y el Camino de Santiago lo orientó con posterioridad hacia el estudio y predicación de la teología cristiana. Compartió con San Francisco el interés evangelizador en tierras moras y es actualmente una figura señera en el mundo de las letras catalanas. Es admirable la figura de Santa Isabel de Portugal, reina de este país, que dedicó su vida al cuidado y atención de los pobres y menesterosos. Viajó como peregrina en dos ocasiones a Santiago, 1326 y 1335. Fue enterrada en el convento de las clarisas de Coimbra y aparece sobre el sarcófago su estatua yacente tallada en piedra con el bordón de peregrina que le regaló el obispo compostelano. Por último, como contraste artístico Jean Van Eyck, pintor flamenco, aprovechó su estancia en Portugal para acudir como peregrino a la tumba de Santiago en el año 1430.
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